Definitivamente en política no hay muertos, así estén en su tumba. Ayer domingo 4 de septiembre, revivió Augusto José Ramón Pinochet Ugarte; militar y dictador Chileno entre 1973 y 1990, nacido el 25 de noviembre de 1915 y falleció el 10 de diciembre de 2006. Tras liderar un golpe de estado el 11 de septiembre de 1973 contra el presidente democrático recién electo, Salvador Allende, a quien esté traicionó, pues Allende lo había designado como hombre de confianza, comandante en jefe del ejército de Chile, se encargó en su régimen dictatorial de montar todo tipo de violación a los derechos humanos, asesinatos, desapariciones, persecuciones implacables contra las organización y partidos políticos y movimientos culturales. Pinochet hizo en sus 17 años de dictadura una verdadera masacre, la cual está catalogada, como las páginas más negras de la historia Chilena. Pues bien, ayer domingo, en un referéndum obligatorio para consultar la nueva constitución democrática de ese país, ganó Pinochet con un 62 por ciento, ya que los chilenos decidieron continuar con la constitución del régimen dictatorial. Esto generó inmediatamente miedo y frustración en el resto de la población y países democráticos en nuestra América, que ya tiene experiencia horrorosa con este tipo de dictaduras. Bueno, así lo decidió la mayoría del pueblo chileno a quien respetamos altamente en su votación; pero, lo que sí es cierto,es que, el resto de los países democráticos de nuestra región, deben permanecer muy alertas, ya que, el fantasma sangriento de las dictaduras militares está allí; miren ustedes por ejemplo, que también el fin de semana, ese mismo tipo de gente, intentó asesinar a la expresidenta Argentina Cristina Fernández. Será pura coincidencia?. No se sabe.
Silvio Mora Ochoa
