Hace algunos años, conversando con personas de buen razonamiento, comparábamos el potencial de Lecherías con el de Manhattan (Nueva York), respetando lo que debía respetarse. Ese pedazo de suelo, isla, además, que es la Capital del Mundo, tal vez tuvo inicios menos promisorios que Lecherías. Y hoy, como gusta decir el Ing. Roger Rivas Véliz, Lecherías es el pedazo de país más impregnado de talento. Es cierto. Ningún otro municipio de los 335 que integran a Venezuela, tienen tantos profesionales por habitante como Lecherías. Y, además, empresarios, comerciantes, políticos de alto pelaje, pillos redomados acosados por Tarek Saab y toda una pléyade que permite que, en Lecherías, solo a título enunciativo, se hayan instalado unos 25 gimnasios. ¡Una locura! Pero, aun así, Lechería adolece de liderazgos sólidos en todas sus áreas. No destacan talentos, tal vez por deficiencia de ignición. El próximo alcalde tiene que ser un líder. No un cuzurro mimetizado en tal. Debe ser alguien que genere, además de respeto, confianza, entusiasmo colectivo, inteligencia y credibilidad. Porque de ese alcalde dependerá la suerte de Anzoátegui en el futuro inmediato. E igual, cada estado del país, debe identificar su Lecherías propio y su líder para la contienda que se aproxima y podría sorprendernos con los calzones bajos.
José Ángel Borrego.
Bocadillos Express: Liderazgo de Lecherías, Por José Ángel Borrego
