EL News de Venezuela

El Salvador: Un país para vivir, Por Pablo Medina

La verdad, lo verdaderamente importante del Miss Universo de este año no consistió en la participación de jóvenes y muy bellas madres. Ni tampoco en la presencia de gorditas, que antes ni siquiera existían para la Organización Miss Universo. Ni mucho menos la concurrencia de travestis que participaron entre tanta mujer-mujer bonita.

Eso es de segundo plato. Agenda 2030 en su versión de inclusión en concursos de belleza.
Lo que para mí resultó tener un valor incalculable consistió en el lugar, en el país escogido para llevar a cabo el evento: La República de El Salvador. Para precisar: ¡El Salvador del presidente Nayib Bukele!
¡Dios bendiga a ese nuevo El Salvador y a su salvador, Nayib Bukele!
Luego de más de 40 años de haber dejado atrás una guerra feroz que secó a esa nación de gente. Luego de pasar décadas enterrados en el inmundo hueco de las pandillas y de una hampocracia alcahueta desde el “estado”. Luego de haber arruinado la casi totalidad del tejido social, político e institucional de ese pequeño-gran país por un sistema de mafias enquistadas en el gobierno, al estilo de la actual Venezuela. Luego de un camino largo regado con sangre, huidas, migración obligada y mucho sufrimiento colectivo, Nayib Bukele ha hecho de El Salvador un lugar para la paz, para el progreso, para el crecimiento humano, y hasta para que realicen en él el Miss Universo 2023.
Seguramente ni siquiera habría nacido el presidente Bukele cuando en los años 80 del siglo XX, Fidel Castro, con armas soviéticas y sus mercenarios del mal, empujó una matanza civil que bañó de sangre a todo ese país. La guerra en El Salvador arrasó a toda esa nación, la puso a huir espantada e hizo naufragar al estado salvadoreño, convirtiéndolo en una peligrosísima máscara de pandillas y de pandilleros.
Nayib Bukele y El Salvador bueno y decente hicieron posible el cambio. Tras años de lucha, reinstitucionalización del país y mucho, muchísimo valor, El Salvador se levanta y triunfa sobre el mal y sobre todo lo malo.
Desde luego; a Nayib Bukele nadie lo propone para el Premio Nobel de la Paz por el logro ejemplar de recuperar a todo un país del delito. Lo tenemos bien claro: Estocolmo siempre ha estado del lado sucio de la historia. No es de extrañar que en cualquier momento le concedan el galardón a Gerardo Blyde y Jorge Rodríguez por sus significativos aportes realizados a los beneficios de la grandes empresas de hidrocarburos, a las que les han cedido lo que es de Venezuela y de los venezolanos como si fuera de ellos.
Pero la verdad es que lo imposible sí es posible. Se puede acabar con una sociedad dedicada al vicio desde la sombra de un estado, si se quiere, y sin tanta habladera o reuniones en México, Barbados o en donde sea.
El Salvador de Nayib Bukele es un ejemplo a seguir.
Señor presidente Bukele usted, El Salvador y el coraje con que han reconstruido su país es el camino que debe seguir Venezuela para recuperarse.
¡En nombre de la América decente, que somos la gran mayoría, Gracias por enseñarnos la ruta!
Por eso: ¡Dios, Venezuela Libre y Cese de la Ocupación!

Deja tu opinión en la caja de comentarios

Salir de la versión móvil