La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH), publicó un nuevo informe sobre la situación de derechos humanos en Venezuela, donde se reitera la violación y criminalización hacia trabajadores, pueblos indígenas, campesinos y presos políticos, así como el impacto desigual de la crisis en niños, niñas y adolescentes, mujeres y personas de la comunidad LGBTIQ+.
El Informe se enfoca en el período comprendido entre el 1 de mayo de 2022 y el 30 de abril de 2023, denuncia la falta de de voluntad de Maduro para abordar las detenciones arbitrarias, la negación de asistencia médica a detenidos, el retardo procesal y la garantía de juicios justos. Documenta además, 91 denuncias de torturas.
Al menos 91 denuncias de tortura siguen en impunidad, 22 nuevas denuncias de víctimas de torturas. 135 casos de personas (10 mujeres) víctimas de detención arbitraria. 21 casos de amenazas y hostigamiento, 46 casos de estigmatización por parte de funcionarios del Estado, y 17 instancias de criminalización, incluyendo 10 casos de detención arbitraria contra defensores, periodistas y sociedad civil…
Menciones desde el Informe de la OACNUDH
La Oficina del Alto Comisionado advirtió sobre la falta de investigación de muertes durante protestas o en operativos de seguridad (ejecuciones extrajudiciales), así como las desapariciones en alta mar y los casos de presuntas desapariciones forzadas con más de 4 años en impunidad.
El documento, que se enfoca en el periodo comprendido entre el 1 de mayo de 2022 y el 30 de abril de 2023, denuncia la falta de voluntad de Nicolás Maduro para abordar las detenciones arbitrarias, la negación de asistencia médica a detenidos, el retardo procesal y la garantía de un juicio justo. Además, así como la falta de investigación en 91 denuncias de tortura documentadas.
En el Informe se alerta sobre el funcionamiento de centros clandestinos a cargo de organismos de inteligencia del Estado venezolano, la Dgcim y Sebin.
El informe de la OACNUDH también hizo hincapié en los bajos salarios y el clima de intimidación que enfrentan los trabajadores de salud, los maestros y otros sectores, como los empleados de empresas básicas en el sur del país (Sidor). Asimismo, se denuncian las dificultades estructurales en los centros de salud públicos, como la falta de servicios básicos, problemas en la adquisición de material médico y quirúrgico, así como la escasez de medicamentos, lo que afecta especialmente a niños y adolescentes que no pueden acceder a vacunas esenciales.