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La dieta mediterránea, un seguro de vida


Gastronomía: ingredientes para la dieta mediterránea


En la sociedad actual existe mucha información sobre la importancia de llevar una buena alimentación. En el mundo occidental, las cifras de enfermedades causadas por malos hábitos de vida continúan aumentando, incluso en gente joven.

Desde la medicina preventiva de las organizaciones sanitarias a toda la información que está a disposición de la población, se insiste en la importancia de llevar a cabo unos hábitos de vida saludables, siendo la nutrición el factor más importante para prevenir problemas de salud y poder disfrutar de una vida de bienestar.

La dieta mediterránea es la más recomendada por expertos en salud, debido a su calidad nutricional y por ser una dieta equilibrada y variada, que aporta todos los nutrientes necesarios al organismo.

Principales beneficios

Numerosos estudios clínicos defienden este tipo de nutrición como preventivo a numerosas enfermedades como la obesidad, el alzhéimer, enfermedades cardiovasculares, cáncer, hipertensión y osteoporosis, entre otras.

Principalmente se basa en alimentos ricos en antioxidantes, fibra y en hidratos de carbono completos, bajo aporte de grasas saturadas y proteína animal y ácidos grasos saludables.

Los principales beneficios que conlleva el consumo de estos nutrientes se manifiestan rápidamente sobre los niveles en sangre de los consumidores ya que beneficia la estabilización de la presión arterial, disminuye el proceso inflamatorio de algunos órganos como el hígado, regula los niveles de glucosa en sangre, facilita la bajada de colesterol total, disminuye el riesgo de formación de trombos en la circulación sanguínea y evita el sobrepeso y sus consecuencias.

Alimentos clave de la dieta mediterránea

Este tipo de dieta, se denomina así porque sus productos más característicos se producen en los países de la cuenca del mar mediterráneo, al sur de Europa. Los países mediterráneos más productivos son España, Italia, Grecia, Portugal y Marruecos, exportando estos alimentos a todo el mundo. El estilo mediterráneo se basa en el consumo de los siguientes alimentos:

Frutas y verduras

Es recomendable el consumo diario de frutas y verduras, entre tres y cinco piezas. Son alimentos ricos en altas concentraciones de vitaminas, fibras y minerales, necesarios para el correcto funcionamiento del organismo. Son muy características las preparaciones frescas como ensaladas y se utilizan métodos de cocinado muy saludables como la cocción y el vapor en la utilización de las verduras.

Aceite de Oliva Extra

Se trata del producto más importante en el que se basa este tipo de alimentación debido a sus múltiples beneficios ya que actúa como protector natural del organismo. Hay muchos aceites en el mercado destinados al uso alimentario pero el aceite de oliva extra es el aceite de más calidad y se utiliza tanto para cocinar como para tomarlo en crudo.

Es un producto básico en cualquier hogar, sobre todo en países como España e Italia. Gracias a sitios webs como Olico.it, se puede encontrar toda la información detallada acerca de sus características nutricionales, de su producción y de los diferentes tipos de aceite de oliva que existen debido a la variedad de consistencia y sabor.

Legumbres

Este alimento es muy completo nutricionalmente, se trata de carbohidratos complejos y fibra, enriquecidos con hierro y zinc, con muchísimos efectos positivos sobre la salud, como la prevención de la aterosclerosis y el cuidado del microbiota intestinal. Aparte de ser un alimento muy económico, la forma de cocinado también puede ser bastante saludable añadiendo otras verduras o simplemente en platos frescos como las ensaladas. Las legumbres más saludables son las lentejas, las habas, los garbanzos y los guisantes, estos últimos aportan al cuerpo proteínas de origen vegetal.

Frutos secos, gran fuente de energía

Son alimentos muy completos a nivel nutricional y aportan al organismo todo lo necesario a nivel energético. Las nueces, las almendras, las pipas de calabaza, los pistachos o las avellanas son un snack perfecto para afrontar el día. Son fuente de grasa insaturada (saludable), contienen hidratos de carbono, alta cantidad proteica y algunas vitaminas.

Conviene consumirlos crudos en vez de fritos o tostados para evitar exceso de grasa y calorías, pero son alimentos que, los expertos en nutrición, recomiendan consumir diariamente.

Proteína de calidad

Las proteínas son un macronutriente esencial para el organismo porque ayudan al crecimiento de tejidos y a la regeneración celular. En este estilo alimenticio está muy presente la importancia de consumir buena proteína.

El pescado es un producto fundamental, sobre todo el azul, rico en omega 3 para prevenir enfermedades cardiovasculares. Respecto a la carne, es preferible el consumo de carne blanca (la de ave) como puede ser el pollo y el pavo, así se evita el aumento de colesterol en sangre.

Otro producto fundamental por su alto contenido proteico es el huevo, la proteína se concentra en la clara. Preferiblemente consumirlo cocido o en tortilla.

Estos son los principales alimentos en los que se basa el consumo en la dieta mediterránea, muy ricos y saludables, pero también se consumen otros con moderación como puede ser la carne roja, lácteos, pastas y arroz. Todo este estilo de alimentación acompañado de litro y medio de agua y actividad física, se convierte en un estilo de vida idóneo para un buen estado físico y de salud.

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