Con vehículos nuevos fueron recibidos los diputados del CLEP, en la sesión de instalación del nuevo periodo 2024, que se celebró el pasado martes 8 de enero.
La inmoralidad, el descaro, la misantropía y la desfachatez de quienes hoy gobiernan, no tiene límites. Se gastaron del erario público más de 150.000 dólares, para adquirir estos vehículos, que hasta ahora no se sabe si pertenecen al Consejo Legislativo o fue un regalo personal a cada uno de los chupa medias del oficialismo, porque no existe registro, ni documentación alguna en la oficina de bienes, ni de la gobernación, ni del CLEP, que indiquen bajo que modalidad fueron asignados estos carros.
150.000 (CIENTO CINCUENTA MIL DÓLARES) es una cifra que supera los presupuestos conjuntos asignados a las alcaldías de Unda y Guanarito, tan necesarios para atender las necesidades de los pobladores de estos municipios durante todo el año. 150.000 (CIENTO CINCUENTA MIL DÓLARES) es un monto cuatro veces mayor a la deuda que tiene este mismo Consejo Legislativo con los trabajadores activos, jubilados y pensionados, por concepto de los beneficios socioeconómicos establecidos en la contratación colectiva y que desde que llegó Primitivo, se niega a pagarles, bajo excusa de no tener dinero. 150.000 (CIENTO CINCUENTA MIL DÓLARES), es lo que se necesita para poner operativa la unidad de oncología y el laboratorio del hospital universitario Miguel Oraá de Guanare.
Ciertamente no les importan ni los trabajadores, ni la salud, ni la atención a los ciudadanos. Premiar a los chupa medias del CLEP, por su inobservancia en la función contralora que debe ejercer el cuerpo legislativo sobre el ejecutivo, es digno de un reconocimiento a su insulsa labor.
Para lo que sí son buenos los cobardes del gobierno, es para intentar callar las voces de quienes despreciamos estos comportamientos inhumanos, a quienes los confrontamos en todos los espacios. Le temen a la crítica y a la rebeldía, porque cuando los gritos de protestas llueven por todas partes, se ahogan en cada gota. Allí radica fundamentalmente su cicatera necesidad de silenciar a los medios de comunicación, a los dirigentes políticos y a toda disidencia.
Agredir a dirigentes como al Dr. Cesar Pérez Vivas de la manera como lo hicieron los grupos mercenarios llamados colectivos en el estado Trujillo o cerrar las emisoras de radio Galáctica 100.7 FM y Órbita 99.7 FM, en la zona alta del estado Portuguesa, no frenará de ninguna manera el futuro libertario y democrático que se pinta en el horizonte de los venezolanos, Estás pusilánimes y apocadas acciones, solo reafirman la necesidad de cambio en la población general, que hoy nos solidarizamos con el Dr. Pérez Vivas y con los directivos de estás emisoras, por sus invaluables aportes para el restablecimiento de la democracia en Venezuela.
La injusticia no es una madre estéril, siempre produce hijos dignos de ella, tan repugnantes cómo sus progenitores, pero el peor delito que podemos cometer, cómo sociedad, es no condenarla colectivamente.
