El bombardeo sobre Chaplyne, donde también hay más de 50 heridos, sería la particular ‘vendetta’ rusa tras el asesinato con un coche bomba de Darya Dugina el pasado domingo.
Han pasado semanas desde que Volodimir Zelenski diera el primer aviso: «Debemos ser conscientes de que Rusia puede intentar hacer algo particularmente cruel«. Y las advertencias se multiplicaron después del coche bomba que acabó con la vida de Darya Dugina en Moscú.
Este 24 de agosto estaba marcado en rojo sangre en los calendarios de Kiev y quedaba saber si también en el de Vladímir Putin, sometido a las presiones mediáticas de los ultranacionalistas y su sed de ‘venganza’.