Opinión: Esto se prendió, Por Iván Colmenares

Maracaibo, Caracas, Sabaneta, La Guaira, Sucre, Cojedes, en menor grado Turén y Píritu y, su natal Barinas, demostraron contundentemente que frente a las adversidades, hay una organización que se levanta porque nació para ello, para confrontar a la dictadura y proponer una mejor Venezuela y Freddy Superlano, es el gran protagonista de esta fuerza con la que renació Voluntad Popular después de los días aciagos de enero, donde un grupo de aliados defenestró a Guaidó de la presidencia interina, a pesar de que el país condenara jurídica e institucionalmente ese descabezamiento insensato y después de la intempestiva salida del país de ese muchacho que con coraje se puso al frente de un plan que en verdad, no cumplió su cometido de buscar salidas para terminar con esta pesadilla madurista que acaba con la Patria.
Debo confesarles que dada la obsesión del régimen contra VP y muestra de ello, son los exilios, la cárcel, la persecución y la calumnia permanente contra sus dirigentes y la obstinada pretensión de algunos factores democráticos, en declive, por lo demás, de arrinconar a VP, le había dicho a Freddy que no se dejara lanzar a la jauría, porque es uno de los pocos patrimonios que tenemos en tierra. La respuesta, como buen llanero, fue que dejara que la jauría entrara en su bejucal. Y en menos de tres semanas, el barinés con su comando Páez se ha colocado de tercero en las encuestas.
Tiene credenciales y trayectoria, este ingeniero y docente que ha pasado por el barro de la infamia y la descalificación, pero con su talante, después de dos años de clandestinidad, de no estar con su familia, regresó a Barinas a construir unidad y a tejer una victoria histórica, derrotando el imperio rojo primero como candidato, con 750 votos de ventaja con las actas en la mano y luego como jefe de campaña, al tejido inmoral de peculado de uso y abuso de poder del PSUV con el yerno de Chávez, recibiendo éste, una verdadera y descomunal paliza. Pues ahí tenemos una oportunidad para reconciliar al país y en primer lugar a la oposición, con un discurso impugnador, con una fuerza física y política avasallante sin prepotencia y sectarismo y con pedigrí de victoria y cobrándola.
Eso sí: Voluntad Popular está dispuesta a conquistar la mayoría nacional para luego derrotar a Maduro. Pero de no lograrlo, con la misma pasión, el mismo esfuerzo, el mismo compromiso, como ya lo ha demostrado en numerosas oportunidades, apoyaremos al vencedor de las primarias, el próximo 22 de octubre. Con la lanza en ristre del Centauro de los Llanos, vamos con Freddy avanzando para ganar.
¿CON O SIN CNE?
Yo le he dado muchas vueltas a esta encrucijada. Los caminos son como el Delta del Orinoco. La primera es para que tanto nadar, si nos ahogamos en la orilla, porque en el 2024, llueve, truene o relampaguee, las presidenciales son con este CNE o cuidado si uno peor. La segunda duda es si nos roban las máquinas o nos roba el PSUV y sus UBCh. Está clarísimo. Ya es una frustración permanente en la oposición que sabe que va a una guerra avisada y si nos matan es por pendejos. La maquinaria electoral y más en nuestro estado, ha sido débil. No por falta de recursos sobre todo cuando Capriles I y II, sino porque no hay disposición política para revisar y voltear la mesa en esa materia. Y aquí no podemos competir en materia económica, porque el PSUV va a poder siempre más que nosotros. Lo que no va a poder nunca esa pandilla delincuencial es con el compromiso y con el coraje de nuestra gente.
Entonces no puede ser que cerremos los ojos, frente a una realidad que nos tocará enfrentar el año próximo o cuando se le antoje al régimen, viendo el espectáculo que nos apenó a los ucevistas, lo del viernes pasado. Aunque sabemos que la casa que vence las sombras es capaz de sanarse sus propias heridas y lo hará el próximo 9 de junio, fue majestuoso ver el campus universitario lleno de fe y optimismo, para esta Alma Mater guía de tantas luchas, sueños y esperanzas, aunque con ese mediodía escabroso que llevó a suspender el proceso y presenciar la agresión de unos jóvenes contra la infraestructura de este Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Sería lastimoso que, por no ponernos de acuerdo, aunque los venezolanos somos del tamaño del compromiso que se nos presente, elegir al que será el próximo presidente de esta tierra de Libertadores, hoy agobiada y oprimida, debajo de una mata de mango, en un galpón o en la calle, o asediados por colectivos vandálicos, cuando las instituciones educativas de la República, les pertenecen a todos sus ciudadanos.
Quitémonos las gríngolas y no busquemos a Dios por los rincones. De todos modos, lo del CNE no es gratis. Hay que pagarlo, y ese poder también es patrimonio nacional, pésimamente administrado pero que, como todo, será reinstitucionalizado en una mejor Venezuela, más temprano que tarde.