(Leonaldi Meza) Durante décadas el Periodista y el Locutor han ejercido la profesión de una manera digna y ejemplar, profesionales de la Comunicación Social hasta han ocupado altos cargos de la administración pública, en importantes diarios de circulación nacional y regional hemos tenido Periodista intelectuales y escritores, Locutores en Radio y TV han elevado la profesión a sitiales de gran escala.
Hoy por hoy, así como otras profesiones se han venido a menos desde el punto de vista económico y social por que en lo profesional se ha mantenido intacto, inclusive se han profesionalizado mucho más, lamentablemente con el transcurrir de los años y con la desaparición de la prensa escrita en la calle y el cierre de tantas emisoras de radio todo se ha disminuido, a los periodistas ahora no los contrata nadie, no hay empresa editorial, los que sobreviven son los valientes periodicos digitales que no pueden pagarles salarios a sus trabajadores y en las emisoras de radio el Locutor tiene que seguir comprando el espacio sin poder conseguir pautas publicitarias por que los empresarios no tienen como contratar con las ventas por el suelo, en lo que va del año en 50% han caido las ventas por no haber capacidad de compra.
En el sector publico como gobernaciones y alcaldias abandonaron a su suerte a Periodistas y Locutores, los gobernantes, quienes pudieran evitar que se siga deteriorando la comunicacion hicieron un «Sálvese quien pueda» ahora no existe la partida de publicidad y propaganda, no pautan cuñas radiales en las emisoras y tampoco contratan avisos en las prensa escrita digital cuando históricamente ha sido un bastión importantisimo en la promoción de la gestión pública, sólo ahora creen en las redes sociales como medio de comunicación sin dirección y estrategia que conduzca a través de los elementos creativos, sociológicos, psicológicos y políticos para lograr un mensaje eficiente, exitoso y transformador. Los políticos y gobernantes para dar a conocer sus proyectos e ideas usan a los Periodistas y Locutores de una manera informal aún sabiendo que nadie les paga y tampoco tienen negocios para vivir