En Génesis 3 se menciona la sentencia contra Satanás dónde se menciona: «La simiente de la mujer te herirá en la cabeza y tú simiente herirá en el calcañar a la simiente de la mujer». El calcañar es pieza clave para entender el desarrollo de esta profecía que el mismo Jehová pronunció.
Aparece entonces el nacimiento de gemelos. Una matriz y dos placentas. El primero que nació se llamó Esaú, que es el mismo Edom. Este formó su reino llamado Idumea y fabricó o formó su propio Dios a quien llamó «Qos». El segundo se llamó Jacob, quien nació con su mano trabada en el calcañar de Esaú (quien es Edom) y de Jacob se formó «Israel» siendo su Dios «Jehová» desde el principio de su nacimiento. En Génesis 25: 22 – 23, se narra lo siguiente: «y los (dos) hijos (gemelos) luchaban dentro de ella». Rebeca madre de ambos fue a consultar a Jehová y Jehová le respondió: «Dos naciones hay en tu seno. Y dos pueblos serán divididos desde sus entrañas; un pueblo será más fuerte que el otro pueblo, y el mayor servirá al menor»
Las características de ambos hermanos eran distintas.
Es verdad que cuando aceptamos a Cristo como Salvador, somos renacidos de simiente incorruptible o sea que adquirimos las características de un nuevo reino, o reino de luz. Eso significa que nos libró de un reino de tinieblas. Sin embargo algunos o muchos cristianos comienzan una vida en el Espíritu y se deslizan hacia la carne, como lo expresara el apóstol Pablo a los creyentes de la iglesia de Galacia.
Recordemos que el Reino de Edom mueve la carne, lo carnal y el orgullo, el «yo» es su principal bastión. De allí que Pablo mencionó: «Con Cristo estoy juntamente crucificado y ya no vivo yo, más Cristo vive en mí». Que cuáles características de reino estás manifestando? La característica del reino de Edom (Esaú) y tienes aún tu mano trabada en su calcañar, o te estás moviendo en verdad libre de él, porque has crucificado tú «yo», y manifestando el Reino de luz. Somos el Israel de Dios.
Hermano
Germán Núñez Mejías
