Una gandola cargada de chatarra estuvo a punto de provocar una tragedia.
La carga se ladeó y fue detenida por la policía por orden de la presidenta de la cámara municipal.
Sin embargo, dicen los vecinos, que la chatarra era propiedad de un tal Husein, quien de inmediato le dio instrucciones a la alcaldesa para que dejaran seguir la gandola.
Sin pérdida de tiempo, la burgomaestre dejó todo lo que tenía que hacer y se fue personalmente hasta la alcabala para desautorizar a la presidenta de la cámara municipal y a la policía.
Allí dispuso que liberaran de inmediato la gandola cargada de chatarra a punto de voltearse, poniendo en peligro a transeúntes y conductores.
Definitivamente,
¡En Guanta mandan los chatarreros!.
