Siempre que visitamos una comunidad procuramos que nuestra presencia sea productiva y provechosa. Nos esmeramos, a pesar de nuestras limitaciones presupuestarias, en llevar algo bueno, algo positivo, algo que pueda ser de beneficio colectivo, y he ahí la diferencia, una diferencia que se ve, se palpa y se siente.
Ayer estuvimos en La Capilla, en donde le hicimos una mejora sustancial al alumbrado de la zona céntrica; le donamos una computadora a la Escuela Estadal Concentrada 110, que por cierto, está bastante deteriorada; entregamos balones de fútbol, y mediante nuestra Dirección de Hacienda, realizamos visitas a los comercios formales e informales de esa popular comunidad rural de Guanarito, a la que nos unen grandes lazos de hermandad, fraguados al calor de nuestra lucha social.
Tuvimos ocasión de compartir con los capillenses, quienes desde tiempos de la denominada revolución han sido objeto de burlas y engaños. Nosotros no fuimos a prometer, sino a llevar soluciones. No ofrecimos ni villas ni castillos; ofrecimos voluntad y capacidad para el trabajo creador, que son los elementos que nos caracterizan y nos han permitido salir avantes ante tantas dificultades. ¡Bendiciones para todos!
Valmore Betancourt
Alcalde
