La oposición venezolana ha sido derrotada consecutivamente en las elecciones legislativas y presidenciales desde 1998, cuando Hugo Chávez alcanza la presidencia y se ha dicho que los actores políticos de oposición, son exactamente los mismos desde el inicio del conflicto; salvo ligeras excepciones.

Los actores opositores, unificados en la Mesa de Unidad Democrática (MUD), o G-3, no han podido acceder a la presidencia de la república desde 1998, por lo que el foco está puesto en cómo se han comportado los partidos y sectores de la oposición y de qué forma han podido influir en el proceso político; por lo que todo el mundo se pregunta, ¿que ha pasado que no ganamos una y al contrario, la tendencia para el 2024, es preocupante; ya que la oposición en su mayoría son los mismos musiú pero con diferentes cachimbos, como dice el refrán criollo?

Se habla de Operación Alacrán, donde hasta dos millones de dólares en efectivo les ofrecieron a diputados de oposición para evitar que votaran por la reelección de Juan Guaidó en la presidencia de la Asamblea Nacional el 5 de enero de 2020, afirmó el parlamentario Alfonso Marquina, presidente de la Comisión de Finanzas y Desarrollo Económico.

Igualmente, sobornos a políticos opositores complacientes con el gobierno; aunque lo niegan sus conductas dejan mucho que desear; a pesar que las condiciones tan negativa de la gestiona publica de los inquilinos de Miraflores, lo ponen por ahora con un pie adentro y otro para la calle; pero sino se logra un pacto de caballeros y damas, es probable que se pierda esta otra oportunidad de destronar el socialismo corrupto de Venezuela.

La otra pregunta que se hace la gente es ¿por que las estrategias adoptadas en cada uno de las elecciones con las que buscaron desafiar, hasta hoy día, son sin éxito, al partido de gobierno. Habra complicidad es la siguiente pregunta….?, donde miembros de la Plataforma Unitaria tienen un “cable directo” con Maduro, segun dijo Leopoldo López. 

El desierto de la oposición

Durante el gobierno del presidente Chávez, la oposición transitó por diferentes etapas; primero podríamos hablar de un periodo de colapso en el que la oposición fue incapaz de ofrecer cualquier tipo de resistencia al proyecto de reformas bolivarianas, ya sea porque se encontraba electoralmente muy disminuida o porque el presidente pudo atraer para sí caudales muy importante de apoyo en un momento en que los partidos tradicionales estaban totalmente fracasados en su intento de proponer nuevos proyectos de cambio a la ciudadanía.

Luego, se transito por un periodo de furia y negación, que la oposición no acepta el lugar que Hugo Chávez ocupa en el poder, los partidos y movimientos políticos pasan a un plano secundario y son las asociaciones gremiales y algunas facciones militares las que intentan representar los intereses de quienes rechazan al gobierno.

La oposición en este periodo podría calificarse de estar al borde de la deslealtad, pues no acepta las reglas institucionales y busca derrocar al presidente a través de huelgas generales, paros de la industria petrolera y hasta asonadas militares.

Posteriormente, hay un periodo de negociación, donde la oposición empieza progresivamente a abandonar su vocación anti institucional para someterse a las reglas del juego, entran en conversaciones con el gobierno para, valiéndose de las normas incluidas en la Constitución de 1999, intentar terminar con el gobierno bolivariano. Durante este periodo ocurren, dentro de la oposición, fisuras por la forma en la cual se enfrenta al gobierno.

En la peor decisión que puede tomar una oposición política fue renunciar a serlo y abandonar los espacios de poder que se le ofrecieron y a los sectores sociales que representa. Podríamos decir que este es el periodo en el que la democracia vive su época de mayor debilidad y, paradójicamente, no por culpa del gobierno, sino de la oposición que voluntariamente decide dejar al gobierno gobernar solo, abandonando a quienes votaban por ellos.

Lo importante es que hasta hoy se está produciendo una etapa de resurgimiento, reorganización y renovación de la oposición, pero siempre son los mismos, actores que sí Henry Ramos Allup; que Julio Borges; María Corina Machado; Manuel Rosales, Henrique Capriles, Henry Falcón y tantos otros que han causado divisiones, que no dejan que otros actores cambien el panorama político y poder sacar a los malos de la película encristalados en el Palacio de Miraflores y otros en la esquina de Pajaritos.

Por ahora, continuamos ante una oposición bastante desarticulada en un contexto de crisis de representación política importante, con un gobierno autoritario que, si bien ha abierto una pequeña rendija de participación, o por lo menos un poco menos desequilibrada que en años anteriores, sigue siendo un gobierno que inhabilita, un gobierno que persigue las organizaciones de la sociedad civil, que reprime a los medios de comunicación y los derechos humanos en general.

Conclusiones

En conclusión, podemos deducir que la oposición venezolana ha debilitado sus capacidades de cambio, en parte, por su propia incoherencia estratégica y sectarismo…Pero lo más dramático es que la oposición no logra estar preparada y coordinada justamente cuando el rechazo al gobierno de Maduro es mayor al 80 por ciento y por tanto no logra capitalizar ese descontento.

El caso es útil para ilustrar la trayectoria de los partidos opositores desde una postura más bien recalcitrante en la que renuncian a canales institucionales para alcanzar el poder y se constituyen en contra de un proyecto político sin presentar una alternativa programáticamente viable.

Los conflictos internos persistentes y han impedido la coordinación de una propuesta política sería para conquistar el poder con éxito. ¿Puede democratizarse para lograr la meta de sacar a Maduro y su combo?

Pese a la peor crisis en la historia del país, la oposición venezolana no encuentra la forma de apartar del poder a Nicolás Maduro, quien no podrá recuperar el control de la situación; pero la oposición se encuentra ante el dilema de participar en unas elecciones con un nuevo Consejo Nacional Electoral CNE, debilitado – amañado, y la oposición con los mismos actores de siempre, que parece no quieren salir ni dejar salir del atolladero en los que nos encontramos más del 90 por ciento de los venezolanos tanto fuera como adentro.

Finalmente, hay una pregunta: ¿cuál es el proyecto alternativo de país que está ofreciendo la oposición a los venezolanos para el 2024? Llegar a un acuerdo sobre eso no ha sido posible por la diversidad de la oposición: donde cada quien anda buscando imponer cada uno su estrategia y su meta; lo que no sabemos si es personal o para bien de todos.

Y el tema de fondo es que, la oposición, así como el gobierno, es elitista. Las decisiones se toman de arriba hacia abajo. No hay una forma de empoderar a la gente para que de abajo hacia arriba se articule un movimiento social y político que busque la institucionalización democrática.

Por The EL News

Enrique López Alfonzo Director - Editor The EL News.com Premio Latinoamericano de Oro Periodista de Investigación 2021 ÷584245428120

Descubre más desde EL News de Venezuela

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo

Ir al contenido
Verified by ExactMetrics
Verificado por MonsterInsights