2023 fue un año marcado por la persistencia de la crisis económica, la pérdida del ingreso de los trabajadores y el empeño del Gobierno nacional de desconocer derechos laborales. Al mismo tiempo, continúa el deterioro de los servicios públicos que precarizan la vida de los venezolanos, como en el caso de los habitantes de la parroquia Coche, quienes tienen más de 10 meses sin agua por tubería de forma constante.
Mientras la vocería oficial insiste en que avanzamos hacía la recuperación económica, los ingresos siguen estancados mientras los indicadores de pobreza y desigualdad siguen en ascenso.
Para el economista y Vicepresidente de la Asociación de Profesores de la Universidad Central de Venezuela, Luis Crespo en entrevista de Provea, el 2023 fue en definitiva un año muy difícil para los trabajadores del sector público, porque la política salarial del Gobierno no permite satisfacer ni siquiera las necesidades alimentarias.