La cabeza del régimen de Venezuela descalificó con los mismos conceptos del presidente colombiano el resultado de las elecciones en las que ganó Javier Milei.
La izquierda latinoamericana, caracterizada por manifestarse en dos claras vertientes: la democrática (Chile, Brasil y Colombia) y la dura y recalcitrante (con dictaduras como las de Cuba, Nicaragua y Venezuela), ha resentido el triunfo de Javier Miley en Argentina, pues resulta claro que va en contravía del proyecto que se ha trazado para la región el socialismo del siglo XXI. La victoria de Milei también ha provocado dos tipos de reacciones en esa izquierda: las respetuosas y amigables, y las abiertamente agresivas con tintes de cordialidad.
Por ejemplo, después de conocerse el resultado de las elecciones en Argentina, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, declaró que “la democracia es la voz del pueblo y siempre debe ser respetada. […] Le deseo buena suerte y éxito al nuevo gobierno. Argentina es un gran país y merece todo nuestro respeto”, y el de Chile, Gabriel Boric, saludó a Milei por su triunfo y agregó: “Al pueblo argentino le deseo lo mejor y sepan que siempre contarán con nuestro respeto y apoyo”.
En este caso, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, pareció moverse más hacia el lado de la izquierda recalcitrante y en un curioso giro pasó de una aparente congratulación por el nuevo presidente de Argentina (“Felicito a Milei”) a manifestar su pesar: “Ha ganado la extrema derecha en Argentina; es la decisión de su sociedad. Triste para América Latina y ya veremos…”.
Esa postura de Petro había sido más radical y agresiva cinco días antes de las elecciones argentinas, cuando recomendó votar por el peronista Sergio Massa y descalificó a Milei, comparándolo con dos dictadores: “En Argentina se decide no solo el futuro de su pueblo sino la esperanza de América. Esperanza o barbarie deciden los argentinos. Un Milei que nos regresa a Pinochet y Videla o un Massa que puede abrir caminos de esperanza […]”.
Gustavo Petro, sin ninguna evidencia contra Milei, estaba haciendo referencia a las brutales dictaduras de Augusto Pinochet en Chile y el general Jorge Videla en Argentina, que se caracterizaron por la cruel represión que ejercieron contra los sectores opositores. Gobernaron con mano de hierro y dejaron durante los años que atenazaron el poder un doloroso reguero de muertos y desaparecidos.
Nicolás Maduro repite lo que dice Gustavo Petro
Lo curioso, aunque no sorpresivo, es que la cabeza del régimen de Venezuela, Nicolás Maduro, repitió este lunes prácticamente al pie de la letra los conceptos de Petro para descalificar el proceso electoral en Argentina, apelando a la retórica de la izquierda setentera y ochentera alusiva al “imperialismo” estadounidense. El común denominador entre los dos es infundir miedo en la región por el nuevo gobierno de Argentina.
“Ganó la extrema derecha neonazi en Argentina. […] A los argentinos y a las argentinas les decimos: ustedes eligieron, pero nosotros no vamos a callar, porque es una tremenda amenaza la llegada de un extremista de derecha con un proyecto colonial, absolutamente colonial, arrodillado al imperialismo norteamericano”, dijo Maduro en su programa semanal en la televisión estatal.
“Es una derecha que viene con un proyecto colonial para la Argentina, pero que pretende liderar un proyecto colonial en toda América Latina y el Caribe” que busca “acabar con el Estado”, agregó Maduro, cuya reelección en 2018 fue desconocida por Estados Unidos por denuncias de fraude de los principales partidos políticos de la oposición.
Después, repasó las mismas líneas de Petro y acusó a Milei de querer continuar “el proyecto” de las dictaduras en Argentina, Chile y Uruguay. “Pretende instaurar en el continente lo que fue el proyecto ultraneoliberal, llamado liberal por ellos, que se impuso en los años 70 con los golpes de Estado de Pinochet en Chile, Videla en Argentina, con el golpe de Estado en Uruguay”.
Y, para rematar, con la misma ambivalencia de Petro (que primero felicitó a Miley y después manifestó tristeza por su victoria), Maduro, luego de vociferar contra Milei, dijo: “Respetamos la decisión del pueblo argentino” (!).
Hizo también un llamado “a la reflexión sobre el surgimiento de focos de la ultraderecha que pretenden imponerse para volver a recoloninzar a la América Latina y pretenden imponer modelos extremistas. En Venezuela no han pasado, ni pasarán”.
Desde esta perspectiva de los “modelos extremistas” que invoca Maduro, cabe recordar al menos dos cosas: sobre él pesa una orden de captura internacional emanada de la justicia de Estados Unidos, que ofrece hasta 15 millones de dólares por su cabeza, y la Corte Penal Internacional reanudó las investigaciones sobre la posible comisión de crímenes de lesa humanidad y de torturas ejecutadas por el régimen de Venezuela.
