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Transparencia y contraloría ciudadana: Por un gobierno de unidad nacional sin corrupción por Alejandro Conejero

María Corina Machado es el nombre de moda en Venezuela

 

Luego de las primarias del 22 de octubre, con una participación de más de 2.5 millones de venezolanos, zarpamos rumbo a derrotar a Maduro en las elecciones de 2024. Para lograr ese objetivo, necesitamos propuestas e ideas convincentes sobre cómo el gobierno de unidad nacional hará las cosas de forma distinta.

Y uno de los focos debería ser una administración pública transparente y sin corrupción.

Durante su gestión en PDVSA, el exministro de petróleo Rafael Ramírez, estimó que se habría “perdido” una asombrosa suma de 700.000.000.000 (setecientos mil millones) de dólares—esto equivale a 8 veces la suma de todos los bienes y servicios que se producen en Venezuela anualmente.

Para ponerlo en perspectiva, la central hidroeléctrica de las Tres Gargantas en China, que produce más del doble de electricidad que el embalse de El Guri, tuvo una inversión total de 18.000.000.000 (dieciocho mil millones) de dólares. Es decir, según las estimaciones del exministro de petróleos, lo que se “perdió” durante su gestión, equivale a 38 veces la inversión de la represa china.

El costo de la corrupción del Estado-PSUV es inconmensurable, y lo permeada que está la sociedad venezolana de dichas prácticas corruptas, es un desafío al que nos enfrentaremos quienes pretendemos ejercer la política con probidad y solvencia.

Por eso, en este texto exploraré los mecanismos a través de los cuales funciona la corrupción, y describiré una política orientada a desmantelar esas redes corruptas y prevenir que vuelvan a hacerse con el poder.

La corrupción, es el abuso del poder público para el beneficio de un particular. En ese sentido, Alina Mungiu-Pippidi en su libro The Quest for Good Governance, establece que la corrupción ocurre porque las oportunidades para ser corrupto sobrepasan las limitaciones. Es decir, es más sencillo abusar del poder público que ejercerlo con probidad. Para evitar la corrupción, es necesario disminuir las oportunidades para los corruptos, y aumentar los límites. Según Mungiu-Pippidi existen seis componentes que ponen límites a las oportunidades para la corrupción:

Transparencia administrativa
Libertad de prensa
Independencia del poder judicial
Digitalización de la ciudadanía
Desregularización administrativa
Apertura al comercio internacional
Los mecanismos a través de los cuales estás acciones reducen la corrupción son bastante directos.

A mayor transparencia administrativa, más complicada se hace la corrupción, puesto que los corruptos se exponen a la contraloría ciudadana con los registros financieros publicados por el Estado.
A mayor libertad de prensa, mayor es el riesgo que tienen los corruptos de ser descubiertos y expuestos ante la opinión pública.
A mayor independencia del poder judicial, mayor es la probabilidad de que los corruptos sean efectivamente sancionados por sus acciones.
A mayor digitalización de la ciudadanía, mayor capacidad tienen los ciudadanos para coordinarse en la opinión pública, apoyando los supuestos de libertad de prensa y de transparencia.
A mayor desregularización administrativa, menos ocasiones tienen los corruptos para abusar del poder de la burocracia a través de licencias, permisos, etc.
A mayor apertura del comercio internacional, más son los estándares internacionales a los que se somete la nación y, por tanto, los socios comerciales actúan como contralores, pues velan por el correcto manejo de sus inversiones.
Entendiendo lo relevante que es prevenir la corrupción y tener una administración pública honesta y transparente para una Venezuela post-chavismo, me permito sugerir una política que nos podrían en esa dirección.

Sistema Nacional de Contraloría Ciudadana Digital

La creación de un sistema público que permita a la ciudadanía auditar todas las transacciones que realizan todos los entes del Estado venezolano significaría un gran avance en materia de transparencia y digitalización, dos componentes que como ya vimos, ayudan a luchar contra la corrupción. Este sistema funcionaría como un portal web, a través del cual, cualquier venezolano podría buscar y auditar cualquier transacción que haya realizado un ente gubernamental, incluyendo no solo información sobre el costo de la transacción, sino también todas las empresas licitadoras (la ganadora y las perdedoras) y sus respectivas propuestas.

«El costo de la corrupción del Estado-PSUV es inconmensurable»
Un sistema como este pondría obstáculos a los corruptos, quienes tendrían que idear nuevas formas para justificar los costos y asignaciones de los distintos contratos y transacciones que hace el Estado. Por otro lado, empodera a los ciudadanos y a los periodistas independientes a realizar investigaciones y auditorías sobre las contrataciones públicas, pudiendo además identificar a los principales beneficiarios de los contratos públicos y someterlos a estrictos procesos de interpelación en la opinión pública.

Los recursos necesarios para la creación de un sistema como este son minúsculos en comparación con los beneficios. Además, significaría un avance en materia de derechos y buena gobernanza. Existen múltiples casos de éxito en la región, por ejemplo, en Chile se creó un sistema llamado “Mercado Público” de chilecompra. Luego de la implementación de este sistema, se ha observado un ahorro del 5% en el valor total de las licitaciones públicas. Este número podría sonar limitado, por eso es relevante mencionar que lo que es realmente limitado es la corrupción en Chile. Venezuela es un país con tres veces menos control a la corrupción que Chile. Por tanto, es de esperarse que el porcentaje de ahorro en el total de licitaciones públicas sea considerablemente mayor luego de implementar un sistema de transparencia digital como el de chilecompra.

Además, en el año 2014, chilecompra fue relacionado con el ahorro de más de $690.000.000 (seiscientos noventa millones de dólares). Por otro lado, uno de los grandes beneficiarios del sistema fueron las pequeñas y medianas empresas, que aumentaron su participación en los contratos públicos a un 80% del total de contrataciones.

Conclusiones

La corrupción en Venezuela tiene magnitudes inimaginables, y es una de las causas principales de la destrucción casi total de la economía nacional. Para luchar contra la corrupción hacen falta políticas públicas enfocadas en potenciar los mecanismos que permiten a la ciudadanía ejercer un control efectivo sobre la corrupción.

La creación e implementación de un sistema nacional de contraloría ciudadana digital, como el exitoso caso de chilecompra, significaría grandes avances en materia de transparencia, digitalización y libre prensa; que son mecanismos que empoderan a la ciudadanía para ejercer un mejor control sobre la corrupción.

Al aumentar la transparencia y digitalización de la información pública, los ciudadanos y periodistas independientes tendrían mejores datos para denunciar los casos de corrupción o malversación de fondos públicos, lo que se traduciría en un mayor control de la corrupción por parte de los ciudadanos.

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