Los regímenes totalitarios comienzan con destruir la educación y reconstruirla a su modo y elevar su nivel de sadismo y control con el racionamiento de los servicios públicos, en especial, la electricidad, que se convierte de alguna manera en el motor de todos los demás.
Prueba el gobierno, la capacidad de aguante de los ciudadanos, con los cortes intempestivos y los racionamientos. Hasta en Caracas, en las urbanizaciones clase media, hay interrupciones que llegan hasta las cinco horas a veces, porque saben que no se movilizarán ni siquiera para reclamar.
En Portuguesa, la vaina es dramática. Yo no sé si al fin se resolvió eso que éramos el estado cola del sistema de distribución de Guri y me imagino que, en 23 años, como éstos nunca han resuelto ningún problema, se han agravado de tal dimensión que su recuperación parece imposible. Eso sí, como en toda crisis, la corrupción se lleva por los cachos a quien sea. Son innumerables y cuantiosísimas las riquezas como consecuencia de compras de termoeléctricas chimbas o viejas vendidas como nuevas, que se hicieron en tiempos del actual embajador de Venezuela en Austria. En el Plan de la Patria, el desarrollo sustentable, la búsqueda de energías alternativas y el desarrollo de algunas represas, se menciona insistentemente y, sin embargo, es letra muerta, pura paja.
En Guanare para mencionar mi ciudad, los racionamientos de cuatro y cinco horas son el pan nuestro de cada día. Hay días que por alguna contingencia nos quitan la luz hora y media y al día siguiente, nos clavan la cuota de electricidad cero, sin importar lo que pasó ayer. Sin anuncios ni programación, la destrucción de los aparatos de la casa o del negocio, son permanentes, sin que la Nación que está obligada constitucionalmente a la buena prestación de los servicios públicos, intente resarcir los graves daños ocasionados. Como derecho humano, es obligación del Estado venezolano garantizarlos.
Los portugueseños han normalizado, resignados e impotentes, el caos de los servicios públicos. Y ello se agrava, con la indiferencia y silencio de los afectados. Ahora ni una sacada de madre se escucha, ni nadie se acerca a un poste para darle con una piedra para que se produzca al menos, un cacerolazo. Yo tengo un comodín al que consulto sobre la materia. Mi tío Daniel Betancourt fue jefe en una empresa básica en Guayana y reside desde hace muchos años en Puerto Ordaz. Su respuesta la copio textualmente: “La demanda aumenta en Caracas y racionan en el resto del país, sobre todo donde no reclaman. Carecen de capacidad de aumentar la generación. En Carabobo todo se vino al suelo con las plantas termoeléctricas. Ahora están produciendo en Sidor y en Venalum están operando 200 celdas. Eso requiere de inmensa cantidad de energía eléctrica”. Y no le basta ese panorama tétrico al Presidente Maduro, que anuncia un acuerdo con Brasil para suministrar energía al norte del gigante del sur. O sea, éramos muchos y parió la abuela.
El tipo de PDVSA dice que lo que tiene el Lago de Maracaibo no le hace daño. La ministra de Educación se hizo la Willie Mays con los educadores. El de Aguas no le para a la sed de los pueblos. El del ecosocialismo no le importa la tala de los árboles ni la destrucción de los bosques que quedan. Y el de la electricidad no le para bolas a nada, porque siempre ha tenido otras tareas. Organizase y levantar la voz, porque nos va a asfixiar este régimen malandro.
SUBIENDO EL VOLUMEN A LAS PRIMARIAS
Portuguesa tuvo en los últimos días la visita de tres precandidatos presidenciales. Roberto Enríquez de Copei ODCA que se reunió con dirigentes en Guanare y Araure. Henrique Capriles presidió un buen acto en la cancha deportiva de La Arenosa y César Pérez Vivas protagonizó cuatro grandes actos en Ospino, Guanarito y Las Cruces y un contacto directo que hizo vibrar al centro de la capital portugueseña. Cada quien poniendo un granito de arena para reforzar la unidad y exigir en el camino electoral, la realización de las primarias para escoger al próximo Presidente. Bienvenidos siempre a tierra de esperanzas.
UN ADIÓS Y UN AGRADECIMIENTO
Cuando una persona ajena al ajetreo político, a la diatriba, al debate, se mete en honduras. Cuando un profesional diferente a este mundo, viene a este oficio del diablo, y más si es un ser humano equilibrado, reposado, siempre con el deseo de servir a superar las dificultades, merece un reconocimiento especialísimo. Karim Kababe se merece un cálido adiós y el agradecimiento de la unidad portugueseña. Recibió el testigo del Frente Amplio de otro hombre cabal, Fuaz Kassem y cumplió a pesar de las estrecheces del ejercicio político. Por ello hoy, debemos sentir la pérdida de un venezolano que contribuyó a que no se pierda la fe ni la esperanza. Y en su nombre, hay que seguir dando lo mejor por Venezuela. Paz a tus restos Karim.
