Queridos amigos y hermanos, hoy en nuestras Reflexiones en Familia, compartiremos las enseñanzas que Dios nos muestra a través de una poderosa palabra del libro 1 de Tesalonicenses, capítulo 5, versículos 16 al 18, que en la versión Traducción en Lenguaje Actual, dice: “Estén siempre contentos. Oren en todo momento. Den gracias a Dios en cualquier circunstancia. Esto es lo que Dios espera de ustedes, como cristianos que son”.
El apóstol Pablo escribió esa hermosa carta a los creyentes de Tesalónica, y hoy día mantiene gran vigencia entre nosotros, ya que es un exhorto a que aun cuando las cosas no marchen como esperamos, es primordial darle gracias al Señor por todo; esto no es otra cosa que, reconocerle su potestad en nuestra vida, aun cuando no entendamos el porqué.
Según la RAE, la gratitud es un sentimiento que obliga a una persona a estimar el beneficio o favor que otra le ha hecho o ha querido hacer, y a corresponderle de alguna manera; pero la gratitud en la Biblia es mucho más que una palabra, ¡es un estilo de vida!
La gratitud debe ser parte esencial de la adoración a Dios, como vemos en los Salmos, en los que emplazan al pueblo a adorar y dar gracias por sus obras, su protección, y primordialmente por su salvación. La gratitud a Dios, estimula un alto nivel de conocimiento que sobrepasa las barreras de lo material, tiempo y espacio; y que nos permite sopesar lo que somos, hacemos o tenemos, con lo que no somos, lo que no hacemos o lo que no tenemos, sin que esto nos afecte.
*¡Ser agradecido nos ayuda a saborear las bendiciones del Eterno!*
Mi hermano querido, la gratitud es un poderoso aditivo necesario para que se multipliquen las bendiciones; pero hay que tener como premisa para activar las bendiciones, el ser agradecido por las cosas que tenemos y por las que no tenemos o quisiéramos tener.
El Señor demanda gratitud en tiempos buenos, aunque muchas personas en medio de una bendición, llegan a pensar o decir que se han ganado por mérito propio todo lo que tienen, y eso puede llegar a ser una actitud muy atrevida y peligrosa; y aún más Nuestro Señor nos invita a ser agradecidos en los tiempos difíciles, porque Él quiere que aprendamos a caminar por fe y no por vista. En tiempos turbulentos recordemos que Dios nos ama, que es bueno y fiel, y que solo Él tiene la potestad para cambiar cualquier circunstancia en cualquier momento y es por eso que debemos ser agradecidos sin importar la situación, demostrando que confiamos en sus planes.
Amigos todos, sabemos que no es fácil agradecer cuando estamos en dificultades ni por las cosas adversas que nos suceden; pero la Palabra dice que debemos ser agradecidos en todo tiempo, no solo cuando estamos bien, porque ¡nadie se queja cuando la cosa está buena!
Tener gratitud en el corazón no quiere decir que todo va perfecto, pero sí es un indicador de que confiamos en que Él puede convertir cualquier inconveniente en una victoria.
Hoy es un magnifico día para comenzar a ser agradecidos con Dios, para comenzar una nueva vida recibiendo a Jesús como Salvador y Señor de tu vida, para que reine en tu corazón desde este día en adelante.
Dios es bueno en todo momento y para siempre, mostremos gratitud igualmente en todo momento y para siempre.
“Den gracias al Señor, porque él es bueno; su gran amor perdura para siempre. Den gracias al Dios de dioses; su gran amor perdura para siempre. Den gracias al Señor de los señores; su gran amor perdura para siempre”.
Salmo 136:1-3
*¡Bendiciones infinitas para todos!*
Reflexiones en Familia, Por Rafael Ángel Parra
