Como registro histórico Pdvsa tiene tres etapas. La primera (la de Oro), desde su fundación hasta 1999, que mantuvo un ritmo corporativo, técnico y de desarrollo que la colocó como la segunda petrolera del planeta, solo detrás de Aramco (Arabia Saudí) y una de las 10 más importantes empresas del globo. La segunda etapa arranca con Guaicaipuro Lameda, una vez que Guillermo Mandini, ex presidente de Corpoven le renuncia a Chávez, por considerar desacertadas (ahora comprobadamente desacertadas) las políticas que pretendió dictarle el presidente de la república, a un experto petrolero, hasta la presidencia de Asdrúbal Chávez, que según nuestra fuente, Maduro mostró a Adán Chávez pruebas de la corrupción de su primo-hermano. A esta segunda etapa, la de la desaceleración, improvisación, despilfarro, degeneración y latrocinio a niveles jamás conocidos en la humanidad, la denominamos “la Pdvsa de la debacle”. Y ahora vivimos una tercera etapa a la que percibimos como de expectativa, que se inicia con la presidencia de un militar que tiene varios puntos a su favor como el hecho de ser ingeniero y además, especializado en finanzas públicas. Su acceso a Pdvsa viene precedido de un meteórico paso por otras empresas del Estado, quebradas todas, a dos de las cuales (Metor y Pequiven) les enmendó la plana. Y ha venido incrementando la producción petrolera en porciones aún no deslumbrantes, pero que significan un frenazo brusco a la caída que experimentó Asdrúbal Chávez. Además, ofreció una producción cercana a 1.5 millones de b/d para el 2024, lo que traduce que se le ha permitido manejar la empresa desde ángulos diferentes a lo previo. (Amanecerá y veremos). Y algo que agrada es su poco apego al estrellato. Se asegura, que hace un mes, Maduro le dio “manos libres” para hacer lo que considerara prudente sin más condición que mucho equilibrio político. (Lo de salir de Wills Rangel lo decidirá Maduro cuando tenga con quién reemplazarlo).
Nota al margen: A finales del gobierno de Leoni, los médicos plantearon un conflicto nacional. Leoni logró con la Federación Médica postergar la discusión, posterior a la elección del nuevo presidente. La FVM aceptó. Fue electo Rafael Caldera, quien designó Ministro de Sanidad al cabeza de huelga: el presidente de la FMV. Igual puede hacer Maduro. Le ofrece ese cargo a Iván Freites u otro líder sindical petrolero y exime el conflicto. Salomónico.
La tercera etapa
El más complicado conflicto que enfrenta Tellechea es reemplazar la chatarra en que la “segunda etapa” (desde 1999 hasta hoy) convirtió a Pdvsa. Eso, según manejadores del sector, cuesta 240 mil millones de dólares. No los hay por el momento, a menos que Maduro despeje la pista jurídica para que aterricen aviones de alta significación financiera. Eso, tal vez, es lo que ha estado trabajando Tellechea, aprovechando que de los 277 diputados, 278 son afectos al gobierno. Alguno realmente chavista (¿Diosdado?), otro madurista (Jorge Rodríguez), un grupo de enchufados que hace la gran mayoría y los alacranes que son “opositores” oficialistas. Pero lo que proponga Tellechea tiene como mínimo 277 votos seguros. Solo falta que el TSJ ofrezca la necesaria prueba de la confianza en el piso legal del país, cuya mejor solución es trasladar la contractualidad a espacios de soberanía neutra. La banca decente aceptaría cualquier país menos la “trilogía del Caribe” (Venezuela, Cuba y Nicaragua). Y un factor muy importante: la Operatividad Administrativa liberada de toda relación con personal inserto en la “segunda etapa”.
Tellechea
Si lo anterior es posible se debería a una apertura de sanciones de EEUU, no como las imploradas por el nuevo presidente de Fedecámaras, sino a base de negociaciones serias con respecto a las elecciones del 2024, dentro de lo que se incluye el factor político-policial. Una fuente revela que tanto Biden como Trump aceptan aliviar el paquete petrolero y económico de las sanciones, pero bajo ninguna circunstancia se eliminaría el factor penal implícito en las recompensas económicas aprobadas contra una treintena de funcionarios (y ex) del actual gobierno, la mitad de los cuales son militares. Y en esto último tendrá peso la decisión que tome la CPI, que se prevé sea conocida el mes próximo. Si Tellechea tiene éxito, será suyo y no de Maduro.
José Ángel Borrego (0414-8187722)
