Pensaba, como reflexionando Lucho: – En la mente de todo el mundo, en Venezuela el maestro de nuestros días es un profesional dignificado, satisfecho en todos los sentidos– Él era un maestro convencido de ser un docente a carta cabal. -¿Por qué digo eso? – Se preguntaba en silencio Lucho. Lo cierto es que en la República de Narnia, quizás su burbuja personal, Lucho basaba sus aseveraciones, su verdad, en consideraciones argumentales muy suyas, que quizás le permitirían “corroborar”, con aspectos que él consideraba evidentes y vinculados con indicadores tales como: 1) el ambiente o lugares adecuados para la enseñanza, 2) el aporte académico y sistemático del gobierno, 3) el sueldo como retribución al valioso aporte del maestro a la sociedad y 4) la atención médica y seguridad social del maestro en la actualidad.
En momentos, conversaba con Licha, su esposa, muy convencido de su verdad: – Pero bueno, Licha, sin lugar a duda, Venezuela ha podido desplazar a Chile que hasta hace muy poco tiempo tenía la mejor educación en Latinoamérica-. Ella, también era docente de educación primaria, y apoyaba con los “ojos cerrados” todo lo que su pareja le decía. Le contesto: -Pero bueno, querido mío, nuestra patria ha podido ubicarse como líder en educación con respecto a los demás países latinoamericanos- Su cara, sus ojos abiertos, dejaba entrever con gesto aprobatorio lo que Lucho le dijo. E insistía afirmándole: – Por ahí, no me creas, oí que en la educación venezolana más del 99 % de la matrícula de niños y jóvenes se ha alcanzado, eliminándose casi por completo la deserción escolar- Respondió con los brazos en alto y con una “sonrisa de oreja a oreja”, luego le inquirió: -Inaudito, ¿verdad amorcito que el gobierno es eficiente y efectivo? –
-Claro que es muy buena la educación venezolana querida Licha!, es más, yo que estoy en un cargo importante del Ministerio, estoy “muy enterado” que algunas protestas que los gremios docentes exponen se deben a una insana y perversa politiquería, pues, por ejemplo, en cuanto a la retribución salarial a los maestros, nadie puede negar que en Venezuela se cumple fielmente con su gremio magisterial- Lucho, asume entonces la conducta de un gran pensador. Coloca su dedo indice sobre la sien derecha y con sus ojos cerrados pontifica casi airadamente: -Hasta el punto. Licha, que en este 2024 perciben un sueldo mensual de 9.000 dólares estadounidenses (US$), es decir, una bicoca por encima de lo que recibe ese profesional de la docencia en Luxemburgo, por citar un ejemplo, en donde su pago medio es de aproximadamente 104.600 US$ brutos al año, algo así como unos 8.716 dólares US$ mensuales” – Licha, aunque aseverando con una gesticulación afirmativa de su barbilla. Se notaba un “escape” conciliador de aceptación muy tenue e insegura.
Más tarde, llegó Perla, quien tenía tiempo sin visitarles en su hogar. Ella, educadora también, se identificaba, con cierta reserva, ideológicamente con la pareja de esposos – Hola colegas, ¿cómo están? – A lo cual Licha, con cierto aire despectivo, le respondió: – Muy bien amiga, por aquí echando Pa’ lante- En respuesta, Perla sin inmutarse, le contestó: -Les informo, cuentan, que el Ministerio de Educación sigue equipando de buenas instalaciones escolares, con equipos y herramientas necesarias para una óptima enseñanza aprendizaje de los alumnos.- Haciendo una pausa, Perla les dijo: -Por otro lado, en “grado treinta y tres”, me dijeron que siguen planificando y ofreciendo cursos de mejoramiento de excelencia académica. ¡No se los pierdan! –
Como para no perder la oportunidad, Perla, con algo de picardía les dijo: -Bueno, ya los veo. ¡Qué bien! Tienen dos carros último modelo, buena casa y… supe que fueron para Francia en las vacaciones escolares pasadas. ¿Qué más pueden pedir? – Y agregó: ¿Será cierto que con nuestros sueldos estamos hechos? – En ese instante, Perla, aun dándose cuenta de que realmente no era bienvenida, por lo menos por Licha, trató de desviar el sentido de lo expresado y preguntó: – ¿Oigan amigos y cómo estará trabajando el IPASME? Me interesa porque debo someterme a una intervención quirúrgica por lo que tengo que pasar por allí. – Ya se notaba en ella, Perla, una postura insinuante de retirarse de la reunión.
Lucho, sin inmutarse, pero con cierta seguridad “informativa”, le dijo: -Estimada colega y amiga Perla, “nuestra” institución médico-sanitaria, está cumpliendo a cabalidad con el objetivo para el que fue creada. -Y le agregó: – Como institución de seguridad social del magisterio, te puedo asegurar que sigue siendo promotora del desarrollo de un sistema de seguridad social integral, dirigido al mejoramiento permanente de la calidad de vida de nosotros los maestros y personal administrativo perteneciente al Ministerio de Educación-
Lucho, prosiguió con la información, señalándole: -Y, algo muy importante, Perla, siguen otorgando créditos hipotecarios y personales, servicio médico de excelencia, entre otros beneficios tales como ayudas socioeconómicas en forma pertinente y con las facilidades para sus miembros. – El talante de Lucho fue reforzado con una mueca truculenta manifiesta en un “chasquido de dedos” que mostró con su mano derecha y la estridente y locuaz expresión: -Billete Perla. ¡Billete!
– Perla, aunque un poco dudosa, descreída, se mostró agradecida por las informaciones recibidas, a lo cual expresó: -“Cónchale”, gracias colegas. Sobre todo, porque me entero de que en general está marchando el Ministerio de Educación, en específico el IPASME. Gracias-
Mientras tanto, en la antípoda de la conversación de Lucho, Licha y Perla, había otra realidad, seguían ocurriendo grandes protestas de gremios docentes en contra del gobierno por sentirse afectados en sus derechos humanos y laborales.
Sea el caso de Leonel y Pantaleón, maestros también, enarbolaban pancartas y gritaban, coreando a todo pulmón mientras marchaban: – “Queremos ser oídos, las escuelas están cayéndose”- ; -“No tenemos seguridad social, el IPASME es un elefante blanco”- ; -“Queremos un Contrato Colectivo Integral. Los bonos son nefastos para nuestra seguridad social”-; -“Nuestros salarios son de esclavos”- ; -“Con salarios mínimos de 4$ no podemos vivir”- ; – “La educación venezolana está destruida, la deserción escolar es abrumadora”-; – “Los jubilados se han convertido en indigentes”
Así pues, lo real, lo verídico, lo grotesco, es que las marchas protestas pululan en todo el país. El escenario de la protesta de los maestros, como siempre, gozaba de una afable e interesada compañía: los cuerpos de “seguridad” del Estado. ¿intención?, ¿acompañamiento? ¡Saque usted sus propias conclusiones!
Así las cosas, pues, causa una cierta y edulcorada humorada, aderezada con el fatalismo de una caricaturesca realidad observable. En fin, un compuesto lleno de sabores y olores agridulces. Para unos agradables mientras que para otros no tanto así. Leonel y Pantaleón, nerviosos, cansados, con ojos enrojecidos, lagrimando, sudorosos, con la vestimenta hedionda a pólvora y gases nocivos despedidos del lanzamiento de las bombas lacrimógenas por parte de los “cuerpos de seguridad”, que hipotéticamente con mucha ternura lo hacen contra los educadores manifestantes. La fecha de celebración del “Dia del Maestro” en Venezuela, se ha convertido en un verdadero calvario para estos profesionales. En lugar de ser un día de solidaridad y respeto, es un acontecimiento de persecución y atropellos, Respeto y solidaridad que se debe cumplir todo el tiempo. Grotescamente todo es ¡Pura alegría, todo un jolgorio malversado!
A todas estas, Pantaleón trataba de animar a su colega: -Bueno Leonel. Ahora esperemos que de algo sirvan nuestros sacrificios y riesgos- Y, dándole unas palmaditas en la espalda. Se abrazaron y se despidieron para irse en autobús a sus respectivos hogares. -Okey, hermano, nos seguimos viendo. Saludos a tu familia- Respondió Pantaleón, con una sonrisa forzada. Una mueca que denotaba cierta inseguridad y por supuesto rabia contenida producto de tantos años de engaños y ofrecimientos fingidos.
Así culminaron unos diálogos, cuyos contenidos eran burlescos, inexistentes, indefendibles, falsos: grotescamente cómicos y estrafalarios, en síntesis dicotómicos. Lo grotesco, representa situaciones de la vida cotidiana latinoamericana en que la estética tradicional, típica o rutinaria tratan de ocultar, disimular, embellecer y/o sancionar o condenar hechos o situaciones que acontecen.
Literariamente lo grotesco, es un género mixto, en el cual los distintos elementos mantienen un equilibrio inestable entre lo risible y lo trágico, y suponen todo el tiempo a su contrario. El diálogo antes narrado nos remite a lo que José Rafael Pocaterra (1922), buscó en lo grotesco, es decir, la idea o interpretación ridícula y cómica de lo lamentable, lo deplorable, de lo inexistente, de las realidades diversas, que invita a la distorsión de los rasgos físicos y la alteración, deconstrucción de las cualidades y/o características de la realidad.
Por lo tanto, ya para concluir, estimados lectores como han podido detectar, lo grotesco de este cuento se nos “metamorfoseó” en un sencillo y vernáculo “Día de los Santos Inocentes”. Dejo para ustedes la identificación y critica del Herodes del cuento en la realidad educativa venezolana.
*Doctor en Educación y docente e investigador de Postgrado de Venezuela.
Canadá, 3 de febrero 2024

Por The EL News

Enrique López Alfonzo Director - Editor The EL News.com Premio Latinoamericano de Oro Periodista de Investigación 2021 ÷584245428120

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